El pasado 5 de agosto, la Junta Directiva de la Esclavitud de
los Remedios, quiso rendir un sencillo homenaje a “Rafama”, un
amigo, un compañero y un hermano; que durante tres años, ha
sido, el que celebrara la liturgia los domingos por la mañana imprimiéndole
un toque especial, de cariño, amor y compromiso a esta eucaristía.
Rafael María Heredia, Sacerdote Salesiano o mejor dicho SDB, llego
a Antequera para hacerse cargo de la dirección del Colegio de “Aguirre”.
Un joven que sustituiría a D. Francisco Mármol (aunque en realidad
este Salesiano de Doña Mencia se llama Francisco Fernández Mármol)
ya que este, pasaría a ser inspector de Córdoba seguramente
amparado por Maria, la Auxiliadora y el Remedio de nuestras vidas por que,
os puedo asegurar, que cuando el Santuario de los Remedios se encontraba en
situación critica, yo encontré un apoyo en este buen hombre
y mejor persona que hizo posible la continuidad de las misas en este Santuario.
Pero si bueno fue el que marcho, la Virgen envió a otro de igual calaña,
sencillo, integro y comprometido con su labor: hermano de sus hermanos y como
el me repetía constantemente, “estoy para hacer el bien”
y bien que lo demostró.
Vivió como parte de este Santuario, en esos tres años compartió,
la Candelaria, el día de San Antón, la novena y tantos y tantos
actos que en este santuario se desarrollan, y sobre todo, algo que yo nunca
podré olvidar; se volcó al 110 por 100 en los oficios que celebramos
este año por primera vez, siendo, posiblemente, cuando terminaron estos,
el abrazo que con mas cariños nos dimos, porque cuando trabajas en
Cristo y vez como la gente celebra tan importante triduo, la recompensa no
es mas que el abrazo de dos hermanos unidos por El.
Podría extenderme hasta la saciedad pero no es lo que pretendo. Cuando
se escribe un artículo periodístico el implicarte en el no es
de ser buen profecional pero este era diferente. Despedimos o mejor dicho
dijimos hasta luego a nuestro hermano, que se nos marcha a Úbeda, cuando
un hermano se aleja te queda un resquemor en el alma que es difícil
de digerir, pero como el bien dijo, “la obediencia me trajo aquí
y la obediencia me aleja”, seguro que Maria Santísima nos tiene
reservado un mejor encuentro con el. Rafama, un abrazo de esta Esclavitud
y en especial de su Esclavo Mayor pues esperamos que este hasta luego sea
corto
Justo Moreno Muñoz
Esclavo Mayor